Senda Del Cares

Poncebos - Caín - Poncebos

Datos Técnicos:

Ruta lineal: Puente Poncebos, Caín, Puente Poncebos

Distancia ida y vuelta: 24km.

Altitud acumulada 555m.

Marcas PR (blanco-amarillo)

Descripción:

Comenzamos la ruta en el aparcamiento del Funicular a Bulnes (El Topo), en Puente Poncebos 200 metros de altitud. Tras cruzar el puente comenzamos a subir por la suave pendiente de la carretera asfaltada que discurre en paralelo al río Cares,

 

pasamos los distintos hoteles que se levantan en el margen derecho de la carretera y pasamos posteriormente por un pequeño túnel, unos metros más adelante nos encontramos un pequeño cartel que indica (a nuestra izquierda) la senda de subida a Bulnes (1:15h) desde donde podremos observar el Pico Urriellu en el centro de la canal. A nuestra derecha observaremos una impresionante chorrera que discurre bajo un pequeño puente de piedra.

Picu Urriellu al fondo de la canal de subida a Bulnes

Unos metros más adelante la carretera se convierte en pista de grava y un cartel indicador nos avisa del peligro de desprendimientos de rocas (Peligro real, que nosotros pudimos comprobar, en al menos un par de ocasiones, durante la ruta), en la margen derecha de esta pista nos encontraremos un poco antes de los contenedores de basura, puestos por el Parque Nacional de los Picos de Europa, un cartel que nos indica el comienzo de la Senda del Cares, con la leyenda de: Caín 3h Posada de Valdeón 6h ( Los tiempos son sin paradas, conviene tenerlo en cuenta para calcular el tiempo a emplear).

El sendero estrecho en un principio va ganando altura rápidamente en sucesivas zetas para ensancharse posteriormente entre metro y metro cincuenta que mantendrá la casi totalidad del recorrido hasta Caín. 

En el recorrido hacia Caín, esta primera parte (Hasta Los Collaos) es la mas dura, pues la pendiente es continua, tendremos que ascender unos 250 metros de altitud a superar en unos 2 Km. de recorrido, con algún repecho con mas desnivel y pequeños escalones que dificultan el caminar.

Pasaremos por las ruinas de unas casas y un árbol (primera sombra en muchos metros, y una de las pocas en toda la senda) un pequeño esfuerzo más y nos encontraremos en la parte alta de la senda “Los Collaos” (500m.), desde la que tendremos una impresionante vista del paisaje que esta senda nos va a brindar.

Comenzamos a descender (Descenderemos unos 150m de altitud durante los siguientes 5km, hasta El Culiembro y desde allí volveremos a ascender otros 155m. de altitud hasta Caín en otros 5km.) para ir adentrándonos en la garganta, no sin antes disfrutar de la pequeña sombra que nos proporciona una curiosa roca al margen derecho de la senda (Parece un árbol con el tronco de piedra).

Desde aquí, es ya un cómodo paseo hasta Caín, en el que esta garganta llamada "La Divina" por aquello de que en sus zonas mas estrechas hay que levantar mucho la vista para poder ver el cielo, nos ira ofreciendo todo un espectáculo de formas en las piedras, paredes, canales, cortados y barrancos. A los que se va uniendo una vegetación más profusa en árboles ( Sauces, Fresnos, Encinas, Laurel, Madroño, Hayas, Robles, Arces, Higueras y un sinfín de matorrales unidos a pequeños prados de hierba),

desde la senda es visible en numerosas ocasiones y algunas a su mismo nivel, el canal de aguas rápidas construido entre 1915 y 1921 por la Compañía Eléctrica del Viesgo, que desciende desde Caín hacia la central eléctrica  en Poncebos. En si la senda fue abierta para el mantenimiento del canal, años después y acondicionada como hoy la disfrutamos en obras realizadas entre 1945 y 1950. El agua del canal puede servirnos para refrescarnos un poco, pero no es potable, (En la ruta no hay ninguna fuente con garantías sanitarias, por lo que tendremos que ir bien aprovisionados de agua, teniendo en cuenta que en Caín podremos comprar agua o bebidas en alguno de los numerosos bares).

    Mas adelante, la senda vuelve a sorprendernos con la excavación de pequeños túneles en la roca, que son verdaderos oasis donde descansar a su sombra y uno de los pocos sitios en los que corre un poco de viento (El tipo de orografía por el que discurre la ruta, hace que la sensación térmica si el día es soleado, desde Primavera a Otoño, sea muy calurosa).

El  fondo de la garganta, nos va trasmitiendo el ruido cada vez más fuerte, provocado por el río Cares, los arroyos y surgencias que le aportan sus aguas.

Según nos vamos acercando a Caín, los túneles comienzan a ser más numerosos, nos encontramos con el puente de Bolin que nos cruza al otro margen, la garganta se estrecha y gana en vegetación dando mayor policromía al recorrido.

puente de bolin

 Enseguida nos encontraremos el puente de Los Rebecos que nos vuelve a cambiar de margen.

 En esta zona la garganta comienza a estrecharse considerablemente y los túneles son casi continuos, es quizás la parte mas espectacular de la ruta, y la mas accesible a todas las personas por la proximidad con el pueblo de Caín.

Puente de los rebecos

rebosadero del canal

Al finalizar los túneles cruzamos de nuevo de margen por el puente de la presa en la que toma el agua el canal de la central eléctrica.  Avanzamos en paralelo al río, cruzando nuevamente de margen por el Puente de los Pinteros desde el que divisamos las cercanas  casas de Caín.

Puente de los Pinteros

Que alcanzamos en apenas unos 200 metros, sorprendiéndonos gratamente al contemplar la belleza del paraje en el que esta enclavada esta pequeña población Leonesa. Rodeada por las cimas del Jultayu, Cuvicente, Torreblanca, Robliza y Torre de los Cabritos.

Caín

Lucas, Karlos, Julio, Zoltan, Carlos, Marta, Ángel y Javier en Caín.

Reponemos fuerzas en uno de sus restaurantes (“Variado” Menu del Día <10 euros>) y tras recrearnos de nuevo con el enclave espectacular de esta localidad, nos disponemos a realizar la vuelta, sobre nuestros pasos, hasta Puente Poncebos. Recreándonos con las nuevas perspectivas y la distinta luz que trasformara la belleza del recorrido.

Puente de los Pinteros

Nuestras Anécdotas:

Hacia cinco años que no visitábamos El Cares, así que el primer día del año 2008, decidimos que la primera "locura" para este año iba a ser el "Cares Express" y lo anunciamos en el foro (Salir de Madrid el lunes 31 de marzo a las 4:00h de la madrugada, desayunar en Arenas de Cabrales a las 8:45h, comer en Caín y volver a casa para la cena). Como en ocasiones anteriores (No todos están tan locos), el domingo 30 de marzo salieron para Cangas de Onis: Julio, Marta, Karlos y Javier, pasando el día de recorrido turístico por Cangas y Llanes. 

El lunes 31 de marzo, a las 4:00h, salieron de Madrid para Arenas de Cabrales: Lucas, Ángel, Zoltan y Carlos. Todos con cierta preocupación, pues las predicciones metereológicas para la jornada, eran de cielos cubiertos y probabilidad de lluvia del 95%. Además consultada la información del estado de carreteras la tarde anterior, daba necesidad de cadenas en los Puertos de Pajares y El Escudo (Cuando pasamos no había ni rastro de nieve en la calzada). Nuestra observadora metereológica "Marta", nos había anunciado en el foro que no olvidáramos los chubasqueros "pues esta vez no nos escapábamos y los íbamos a necesitar". Carlos, en un alarde de fe ciega en la suerte de Trotamontes, le contesto que serian necesarios para el domingo, pero que el lunes solo necesitaríamos crema de protección solar y las gorras. Como habéis podido comprobar por las fotos, ¡Acertó de lleno! El día amaneció despejado y soleado, con ligera brisa por la mañana y sensación calurosa por la tarde.

Desayunamos todos juntos en Arenas a las 8:45h y desde allí nos desplazamos al aparcamiento del Funicular a Bulnes (Poncebos), desde donde comenzamos a caminar a las 9:30h. Enseguida los que no conocían la ruta (Javier, Marta, Karlos, Lucas y Zoltan) empezaron a sorprenderse con el entorno, todos habían oído hablar de la espectacularidad de esta ruta, pero según nos fuimos adentrando en el desfiladero, sus caras comenzaron a reflejar felicidad y satisfacción por el espectáculo que la naturaleza nos estaba brindando. El asomarnos al borde de la senda, la sensación de vértigo que trasmitían los cortados, la inmensidad del paisaje y el "silencio". Silencio que se rompió con un gran estruendo, cuando una gran roca se desprendió ladera abajo  estrellándose en el fondo del desfiladero. Habíamos visto el cartel avisando de los desprendimientos, así que todos tomamos buena nota, para estar atentos al ruido de rocas cayendo. Lo cual nos sirvió mas adelante, para evitar ser escalabrados por unas simpáticas cabras; Habíamos parado para tomar un tente en pie y las cabras por la pared superior, bajaron para ver si les dábamos algo de comida, en su descenso arrastraron cuatro o cinco piedras, que por suerte pudimos esquivar.

Las cámaras de fotografías echaban humo, todos íbamos continuamente, queriendo guardar cada rincón de la ruta. El ritmo de marcha era tranquilo, disfrutando, sin prisas; Llegamos a Caín a las 13:30h. Donde de nuevo nos quedamos asombrados de la belleza de este enclave. La sensación térmica era calurosa, así que surgió el debate de ¿Si comer en el velador o en el comedor del restaurante? Al final nos dejamos aconsejar por los propietarios del mismo (Ahora estáis con calor de venir andando, pero cuando llevéis un rato en la terraza, tendréis frío. Es mejor que comáis en el salón). Comimos muy a gusto y abundantemente (macarrones, fabes, ensaladas, truchas, pimientos rellenos de bacalao y huevos con jamón) por 10 euros cada uno. Ángel que llevaba muchas ganas de fabes, se comió dos buenos platos y otro más de pimientos rellenos de bacalao (mas tarde en el regreso a Poncebos, le resonaban en el oído las palabras de Carlos "no se puede comer tan fuerte, teniendo que caminar aún 12km."). Tras una pequeña sobremesa, a las 15:00h iniciamos el regreso hacia Poncebos (Carlos anuncio que llevábamos una hora de retraso sobre el horario previsto, así que era aconsejable emplear menos tiempo en la vuelta, pues de emplear el mismo no llegaríamos a Madrid antes de las 24:00h y al día siguiente el tenia que levantarse para ir a trabajar a las 5:15h). Tomo la cabecera Karlos e impuso un buen y continuo ritmo de marcha, poco a poco, con las paradas para hacer alguna foto, el grupo se fue estirando; Del primero a el último había más de 1km. (Buenos momentos también, en los que aún estando acompañado de los amigos, puedes disfrutar de cierta soledad, que te permite fundirte más con el entorno). El esfuerzo empezó a pasar factura, karlos se resintió de una molestia en la rodilla y los últimos kms cojeaba visiblemente ¡Se está haciendo mayor!. Lucas empezó a padecer ampollas ¡Tiene que tirar esas botas!. Carlos con su dolor habitual en la pierna ¡La va a dar igual, pienso seguir llevándola a la montaña!. Ángel y sus fabes, resoplaban a más de un kilómetro del primero ¡Tiene que comer menos!. Y para sorpresa de todos Julio mantenía el ritmo de marcha sin aparentes dificultades.

A las 17:25 llegamos al aparcamiento del Topo (Zoltan, Lucas, Carlos y acto seguido Javier), Lucas subió con el coche al final de la carretera, para recoger al lesionado Karlos y a Julio. Ángel y Marta (Se echo una siesta en los Collaos para esperar a Ángel) llegaron a las 17:45 (sorpresa en todos, la ruta está marcada en 3h y pese a los achaques, la habíamos realizado en menos), Julio ni se lo creía, charla animada de final de ruta, Karlos se sentía más Trotamontes "Ya tengo achaques". Zoltan manifestaba la suerte que había tenido al conocernos, pues cada ruta era una gran experiencia. Marta impresionada con su primer contacto con Picos de Europa.  Alegría en nuestras caras por la excelente jornada y algún pequeño reproche de Ángel "No se puede caminar a este ritmo sin ninguna parada. ¡Estáis locos!". 

A las 18:00h nos dividimos en los dos coches e iniciamos el regresó hacia Madrid, donde llegamos a las 23:00h. Dando por finalizada, otra gratificante "locura de Trotamontes".

 

Más Información:

Parque Nacional de los Picos de Europa

*  Oficinas Centrales: Arquitecto Reguera, 13 - 33004 Oviedo (Asturias) TEL. 985 24 14 12 - Fax: 985 27 39 45 e-mail:  picos@mma.es

* Oficina de información de Posada de Valdeón: Travesía de los Llanos, s/n 24915 Posada de Valdeón (León) - TEL. 987 74 05 49