"Cuerda Larga" con la Luna Llena de Julio de 2008

Nuestras Anécdotas:

Nuestra anterior visita a Cuerda Larga fue el 3 de octubre de 2005, en aquella ocasión fuimos testigos de la luz especial del eclipse anular de Sol. En esta ocasión 18 de julio de 2008 íbamos a disfrutar de la luz especial de "La Luna Llena".

Quedamos a las 20:00h en el aparcamiento del Puerto de la Morcuera: Fran, Carlos Prieto, Javi, Antonio Madrid y Carlos. Allí dejamos cuatro coches y nos desplazamos hasta el aparcamiento del Puerto de Navacerrada, donde nos esperaban: Ángel Castro, Elena, Marta, Fernando, Paloma, María, Jorge, Héctor y su fiel "Neron".

A las 21:15 nos pusimos en marcha, subiendo hacia Guarramillas por la pista hormigonada, la temperatura era alta por lo que todos esperábamos que el Sol se pusiera y comenzara a descender.

Siete Picos, Montón de Trigo y Mujer Muerta desde la subida a Bolita

Puesta de sol junto a Montón de Trigo, Pinareja y Peña del Oso

Según íbamos llegando a Bolita pudimos contemplar una excelente puesta de Sol, a la par que la temperatura comenzaba a ser más agradable.

Nos llamo mucho la atención la cantidad de personas que subian hacia Bolita, lo que unido a la cantidad de coches que habíamos visto estacionados en Morcuera, nos hacían presagiar que compartiríamos la ruta con muchos senderistas.

Peñalara desde el Alto de Guarramillas

Bola

En el alto de Guarramillas "Bolita" hicimos un descanso, para recuperar fuerzas de la subida y poder disfrutar de las vistas con la luz crepuscular ¡Una maravilla! que nos anunciaba las buenas sensaciones que la ruta nos iba a deparar.

El Escorial, Abantos, Guadarrama y Cercedilla desde el Alto de Guarramillas

La Luna Llena, Jupiter y debajo el Embalse de Santillana visto desde el Alto de Guarramillas "Bolita"

Alto de Guarramillas, "Bolita"

Con noche ya cerrada y la Luna comenzando a levantar, nos pusimos en marcha hacia Valdemartín y su exigente subida. La luz de los frontales nos permitía seguir el sendero sin dificultad. Pequeñas luces, "como luciernagas" destelleaban por el sendero que habiamos de recorrer, guiandonos hasta Cabeza de Hierro Menor, donde hicimos una larga y prolongada parada, que aprovechamos para cenar. Buenas viandas, mejores caldos, la charla animada y muchas... muchas risas, un ejercito de "mariquitas" tomo al asalto a nuestro amigo Antonio, maniobras disuasorias para librarse de ellas y el resto poniendose en guardia ante el enjambre de insectos.

La cena la hicimos en Cabeza de Hierro Menor

Ante la llegada de nuevos grupos, nos pusimos de nuevo en marcha hacia Cabeza de Hierro Mayor, en el descenso de Cabeza de Hierro Menor (Unico paso con pequeña dificultad) coincidimos con otro grupo de senderistas, Neron (el fiel perrito de Hector y Paloma) gimoteaba, le daba miedo la abrupta bajada. Con la ayuda de algunos componentes del otro grupo Hector pudo bajarlo y el resto, poco a poco y con precaución conseguimos bajarlo.

Descenso de Cabeza de Hierro Menor

Descenso de Cabeza de Hierro Menor

 En el Collado de Entrecabezas, tuvimos la anécdota negativa de la jornada, Antonio piso mal en una piedra y se lesiono en el gemelo, el dolor era intenso y no le permitía caminar. Momento de tensión en las caras del resto de componentes del grupo, enseguida comenzamos a intentar recuperarlo: Fran saco una crema anti-inflamatoria, Marta le dio un masaje y Fernando le vendo la pierna mientras  Carlos para distendir el ambiente ponía en su móvil la melodía de "La muerte tenia un precio" a la vez que le ofrecía un "voltaren", culminando con un lacónico "Antonio, tenemos dos opciones, o continuas la ruta, o por aquí viven unos pájaros que por el día hay que alimentar" ¿Tu eliges? ¡Continuo, continuo! No sabemos que fue más efectivo, pero Antonio con un ejercicio de gran pundonor, consiguió finalizar la ruta sin problemas.

Vista desde Cabeza de Hierro Mayor

Vista desde Cabeza de Hierro Mayor

En Cabeza de Hierro Mayor, volvimos a coincidir con numerosos senderistas, hicimos unas fotos y continuamos la ruta a ritmo muy tranquilo (para no forzar mas a Antonio), el grupo se estiraba considerablemente lo que de nuevo provoco otra anécdota curiosa, Antonio, Fernando y Carlos venían mas retrasados, en un momento Carlos observo un grupo que descansaba en silencio al lado del sendero (El pensaba que el grupo eran unas luces que veía más adelante), dio las buenas noches y continuo caminando, momento en el que Ángel le pregunto ¿tu no serás de Trotamontes? Que... y risas generalizadas.

Continuamos ruta sin mayores problemas hasta que el alba comenzó a despuntar, ya con Morcuera a la vista, todos contentos de la ruta, pero con el cansancio comenzando a hacer mella. En un tramo muy pedegroso, se escucho en voz alta a María "Me gusta el campo, pero esto ya es mucho campo, estoy harta de tanta piedra ¿Donde esta el Centro Comercial?.

A las 6:50h finalizamos la ruta en el Puerto de Morcuera, dimos un sonoro aplauso a nuestro amigo Antonio por el esfuerzo y pundonor que había demostrado y nos sorprendimos con la cantidad de coches que estaban estacionados en el Puerto.

Carlos, Carlos Prieto, Marta, Ángel Castro, Antonio Madrid, Fernando,Elena, Paloma, María, Jorge y Fran en el final de ruta Puerto de la Morcuera.

La última y grata sorpresa, fue cuando después de las fotos de rigor apareció nuestro amigo y Trotamontes "Fafi" acompañado de Loli (su mujer), ellos habían salido del Puerto de Navacerrada a las 23:30 con otro grupo de amigos. Nosotros sabíamos que iban a realizar la ruta, pero en sentido contrario, así que cada vez que nos cruzábamos con alguien le llamábamos ¡Fafi! por si iba él, nos debían de mirar con caras extrañas "que demonios dicen estos".

Tras un pequeño descanso, recogimos los coches y nos trasladamos al Puerto de Navacerrada a recoger el resto de vehículos. En el Puerto pensábamos desayunar, pero todos los bares estaban cerrados, así que nos despedimos hasta la próxima ocasión, cansados pero contentos por la experiencia de la ruta nocturna .