Cercedilla, ruta de senderismo:

 Senda Victory, Senda de los Alevines, Senda Sevillano

DATOS TÉCNICOS:

Ruta circular que discurre por pistas, camino, sendero y sendas. Todo señalizado con distintas marcas e hitos.

Longitud 13 km .

Altitud acumulada 625m. 

DESCRIPCIÓN:

Comenzamos a caminar desde el aparcamiento de Majavilan, final de la carretera de Las Dehesas (M-966). Traspasamos la barrera metálica que impide el paso de vehículos no autorizados y avanzamos en dirección hacia el Puente del Descalzo (puntos blancos en los troncos de los pinos).

puente del descalzo, calzada romana de la fuenfria

camino agroman

Nada mas traspasar el Puente del Descalzo, a nuestra derecha, sale un camino de tierra (marcado con puntos naranjas y amarillos en los troncos de los pinos), cogeremos este camino (Camino Agroman), traspasando una portilla de acceso peatonal, avanzaremos por el en suave ascenso hasta aproximarnos al Arroyo de la Navazuela ,

cuando el camino llega a un puente, nos saldremos por el margen izquierdo, cogiendo la vereda marcada con puntos amarillos en los troncos de los pinos. La vereda nos llevara en paralelo al arroyo, pasaremos por la Presa del Tirón de la Raíz (Pequeña construcción en la que se canaliza por medio de una tubería metálica, el agua que va  a las piscinas del área recreativa de las Berceas) el arroyo ira obsequiándonos con pequeños saltos de agua de gran belleza.

arroyo de la navazuela

Pasaremos al margen contrario del arroyo por una pequeña pasarela en madera y continuaremos ascendiendo cómodamente por este margen del arroyo; Acebos de gran porte empezaran a sernos visibles.

Cuando llegamos a un pequeño claro del bosque, en el que se nos muestra una bonita pradera, las marcas amarillas giran a nuestra izquierda, un aspa en amarillo se nos muestra de frente, nosotros haremos caso omiso al aspa y abandonando las marcas amarillas, atravesaremos la pradera, en la parte superior de la misma, por su lado izquierdo, se nos define un pequeño sendero (Sin ninguna marca) por el que continuaremos avanzando en paralelo al arroyo hasta alcanzar la pista forestal (Carretera de la Republica ). 

Al llegar a ella, nos dirigiremos hacia nuestra izquierda, en muy suave descenso, en apenas 70m., alcanzaremos un puente sobre el arroyo. Allí veremos un cartel indicador “Ducha de Los Alemanes 0,4km” (Comienzo de la Senda Victory <marcas de puntos morados en los troncos de los pinos>), por la que seguiremos ascendiendo,

recreándonos con los singulares rincones que nos muestra el arroyo, entre los que destaca La Ducha de los Alemanes y su entorno poblado por centenarios Tejos, cuyo intenso verdor destaca en la policromía del bosque.

ducha de los alemanes, senda victory

La Senda Victory comienza a ganar altura rápidamente, exigiéndonos un mayor esfuerzo, pero a su vez obsequiándonos con un recorrido de gran belleza, adornado de musgo, tejos y acebos que proliferan en esta umbría del Pico de Majalasna.

mirador de matagitanos

El último repecho de fuerte desnivel, transcurre entre grandes bloques de granito, alcanzando la cima de la Senda Victory en una pequeña pradera (claro del bosque) donde se une a la ruta de los Miradores (marca puntos naranjas), a nuestra derecha veremos una gran plataforma petrea “Mirador de Matagitanos”,

desde la que obtendremos una buena visión del Valle de la Fuenfría ( La Peñota , Cerro de la Peña del Águila, Marichiva, Peña Bercial, Cerro Minguete, Montón de Trigo, La Calzada Romana y el Valle).
Retrocederemos sobre nuestros pasos, hasta el inicio de la confluencia de la Senda Victory (marcas moradas) con la ruta de los miradores (marcas naranjas), y allí abandonamos la Senda Victory y ahora guiados por los puntos naranjas, continuamos ascendiendo hasta alcanzar de nuevo la pista de la Carretera de la Republica.

carretera de la republica

Cogeremos la pista hacia nuestra izquierda (los puntos naranjas continúan hacia la derecha), con las únicas marcas del GR-10 (banda blanco-rojo), el segundo pico de Siete Picos se nos muestra al frente, en cómodo caminar, tras pasar por un puente, en unos cientos de metros a nuestra derecha encontraremos la Fuente de Antón R.Velasco (buen lugar para hacer un alto en el caminar y reponer fuerzas) punto de intersección del Gr-10 con el Camino Schmidt (marca de puntos amarillos).

fuente de anton r. velasco, en la interseccion del gr-10 y el camino schmidt

2º pico de Siete Picos visto desde la fuente de  Anton r. Velasco

Pico del Majalasna (Siete Picos) desde la fuente de  Anton R. Velasco

Abandonamos la pista y comenzamos a ascender por el Camino Schmidt (puntos amarillos) que en exigente e incomodo repecho nos llevara hasta Collado Ventoso, buena pradera en la que mogones de granito, delimitan las provincias de Madrid y Segovia.

senda de los alevines

Unos metros antes de alcanzar el Collado nos encontraremos un poste indicador de madera (Camino Schmidt y fuente), después de recrearnos con la contemplación del Collado Ventoso, debemos volver a este poste indicador, y coger la senda que nos indica la tablilla en dirección a la Fuente de los Alevines (Punto de inicio de la Senda de los Alevines, también marcada con puntos amarillos y banda PR-blanca y amarilla).

Lucas, Miguel Angel, Miguel, Marta, Zoltan y Carlos en Collado Ventoso

collado ventoso

fuente de los alevines

La Senda de los Alevines, es una senda muy montañera que nos llevara por la ladera del Segundo Pico de Siete Picos hasta la Pradera del Majalasna (Primer pico), por un recorrido de gran belleza, bajadas y subidas, por la pequeña senda, con tramos muy pétreos e incluso una pequeña gatera.

Al llegar al entorno del Majalasna, de nuevo la ruta nos sorprende con las singulares vistas del Majalasla y del segundo pico de Siete Picos.

pico del majalasna

Siguiendo los puntos amarillos, veremos por debajo de nosotros la pradera de Majalasna, hacia la cual nos dirigimos.

pradera de majalasna

fuente de majalasna

Una vez pasada la Pradera de Majalasna y la fuente del mismo nombre que está en su parte inferior, nos encontraremos una gran roca con muescas en forma de escalones, subiremos a ella y gozaremos de tan impresionantes vistas.

Una vez disfrutado el lugar, retornamos a la senda que a partir de aquí comienza un largo y pronunciado descenso de incomodo caminar (muy pedregoso) que finalizara en la pista de la Carretera de la Republica , justo en la pradera de Navarrulaque (En la parte inferior de la pradera, está el refugio fuente de Navarrulaque).

pradera de navarrulaque, al fondo el refugio fuente del mismo nombre

Cogeremos la pista hacia nuestra izquierda, en muy suave ascenso nos dirigimos hacia los miradores de los poetas, pasando antes (margen derecho) por el Reloj solar de Cela.

reloj de cela

En unos 400m. alcanzaremos el Mirador de Vicente Aleixandre. Al pie de este mirador, justo en el vértice que describe la curva en la pista, encontraremos una roca cincelada, que nos indica la dirección al Mirador de Luis Rosales,

mirador vicente aleixandre

seguiremos por la vereda (puntos amarillos) hasta llegar en apenas 150m. al Mirador de Luis Rosales, mientras avanzamos, observaremos poemas cincelados en las rocas. Ya en el mirador, disfrutaremos de sus singulares vistas y reflejaremos nuestros sentimientos en el diario de los senderistas que alberga su buzón (Libro de los Senderistas que gestionamos en Trotamontes desde septiembre de 2001).

mirador luis rosales

mirador luis rosales

mirador luis rosales

Llenos de este singular rincon del Valle de la Fuenfría, retomaremos la ruta siguiendo los puntos amarillos. Nada mas salir del mirador seguiremos los puntos hacia nuestra izquierda por la llamada Senda del Sevillano, la cual en largo y pronunciado descenso, (en la bajada tendremos cuidado de no coger una senda que sale a la derecha, deberemos seguir de frente por la marcada con puntos amarillos) nos bajara hasta la piedra de Pablo,

unos 200m. más adelante llegamos a la pradera, aquí deberemos estar atentos y seguir la senda que sale hacia nuestra derecha (puntos amarillos) conocida como Vereda del Ángel,

que discurre apenas sin desnivel por un entorno muy agradable, lleno de la policromía de helechos y zarzas, dirigiéndonos hacia el valle de la Fuenfria ,

atravesaremos el camino (marcado con puntos azules) y tras pasar una portilla peatonal, comenzaremos a ascender un pequeño repecho que nos llevara hasta el Puente del Encuentro (Punto donde se unen las rutas marcadas con puntos naranjas y amarillos),

cruzaremos el Arroyo de la Venta por este puente y pasaremos (a nuestra derecha) junto a la Fuente del Tercer Reten,

puente del encuentro en el arroyo de la venta

fuente del tercer reten

seguiremos los puntos amarillos y naranjas hasta alcanzar la Carretera M-966 en Las Dehesas y subiendo por ella llegaremos hasta Majavilan donde finalizaremos la ruta.

dehesas de cercedilla

 

NUESTRAS ANÉCDOTAS:

Realizamos la ruta el viernes 19 de octubre de 2007. En esta ocasión participamos: Lucas, Miguel, Marta, Zoltan, Carlos y como invitado nuestro compareño de trabajo Miguel Ángel Rubio, que era la primera vez que iba a realizar una ruta de senderismo (En su cara se veía reflejado su estado de expectación).

Como por motivos laborales, nos vimos obligados a suspender la tradicional marcha del 6 de octubre, en memoria de nuestros compañeros “Periko y Manolo”, buscamos una fecha en la que pese a tener que trabajar, Lucas, Zoltan y Miguel Ángel salían de trabajar a las 7:00h y Carlos tenia que entrar a trabajar a las 19:00h.  tuviéramos algunas horas libres en común y poder dedicarlas a visitar ese pequeño rincón de La Fuenfría en el que les recordamos.

Quedamos a las 8:30 en Majavilan, donde tras la presentación de Miguel Ángel a Marta y Miguel, comenzamos a caminar dispuestos a disfrutar de un buen paseo, en el que recordar a nuestros amigos, cambiar el libro del mirador, recolectar niscalos y boletus.

Enseguida encontramos unos pocos niscalos, lo que nos hizo albergar la ilusión de una buena cosecha, “craso error”, tardamos varias horas en volver a encontradlos. Pero por el contrario Boletus y otra seta (desconozco el nombre, pero nuestro amigo Zoltan, decía que era comestible) fuimos recolectando casi toda la ruta (buena cosecha). Los demás dudábamos de que fuera comestible y se las íbamos dando a Zoltan ¡Tú comételas! ¿Si esta no es tu última ruta? ¡Y la semana que viene sigues vivo! Veremos si en la próxima ocasión, nos las comemos nosotros. Pero Zoltan se reía y cada vez que encontrábamos otra, aumentaba su cara de felicidad (días después de su ingesta, aún sigue vivo ¿Será verdad que son comestibles?).

Todos íbamos pendientes “del novato”, nuestro compañero Miguel Ángel, comprobando como iba superando el recorrido y gastándole bromas (íbamos subiendo buenos desniveles y le decíamos que no gastara fuerzas, porque la cuesta "de verdad", empezaba más arriba) ¡Soplaba y se reía!  Pero en su cara se veía que estaba disfrutando de la experiencia.

Mostramos a Zoltan y Miguel Ángel, el sitio en el que recordamos a nuestros amigos “El rincón de Trotamontes”, descansamos aquí un buen rato, donde sentimos su compañía, charlamos, gastamos bromas y nos despedimos de ellos hasta la próxima ocasión.

Continuamos la ruta, dirigiéndonos a la Senda de los Alevines (Lucas aún no la conocía) de la cual disfrutamos todos (Nos recuerda un poco a la Senda Herreros, pero esta al discurrir a nivel, tiene menos dificultad y está mejor marcada).

En el mirador cambiamos el libro y tras ello bajamos por la Senda El Sevillano (dura y exigente senda, con un descenso pronunciado y el firme lleno de guigarros sueltos, que dificultan el caminar), que excepto Carlos, los demás no conocían. En ella volvimos a realizar una buena recolecta de boletus y niscalos, a la par que nos poníamos las botas de comer suculentas moras.

Terminamos la ruta a las 14:20, observando con satisfacción, que nuestro compañero e invitado, Miguel Ángel Rubio, había completado la ruta sin mayores dificultades (algún que otro resoplido en las duras cuestas…) y que en su cara se reflejaba la felicidad de haber descubierto una nueva actividad, que le había permitido conocer una buena parte de la Sierra de Guadarrama. Nos despedimos hasta la próxima ruta y retornamos a nuestras ciudades de residencia.